QUERATOSIS ACTINICA
Se trata de “manchitas” rojas o marrones, costrosas o rasposas, que aparecen a partir de los 50 años en las zonas de la piel más expuestas al sol: el cuero cabelludo (especialmente en los calvos), las sienes, la nariz, las orejas, el pecho y el dorso de las manos. Son mucho más frecuentes en las personas de piel y ojos claros.
Deben tratarse por la posibilidad de transformación en un carcinoma escamoso.
Factores de riesgo ¿A quién puede afectar?
La causa más importante es la exposición solar reiterada u otras fuentes de radiación ultravioleta como las cabinas de rayos UVA. Son muy frecuentes (se considera que el 100% de la población de raza caucásica mayor de 50 años presenta al menos alguna). Puesto que hablamos de exposición solar reiterada no solo hay que asociar su aparición a “tomar el sol”; en la vida diaria, en climas mediterráneos como el nuestro, estamos continuamente expuestos al sol: conducir, pasear, ir al trabajo, practicar deportes…
Síntomas
La forma de presentación más frecuente es la de un área bien delimitada rojiza (en ocasiones marrón) rasposa. Con el tiempo puede transformarse en una costra. La costra se desprende periódicamente para volver a desarrollarse en unos días o semanas. Las QA no suelen ser sintomáticas aunque algunas son levemente molestas y a veces se inflaman espontáneamente.
Algunas de ellas crecen rápidamente adquiriendo una superficie queratósica sobreelevada, denominándose queratosis actínicas hipertróficas o incluso llegar a producir un auténtico cuerno cutáneo.
En casos más avanzados, hay múltiples queratósicas que confluyen formando grandes áreas mal delimitadas y muy extensas en las que es difícil individualizar cada una de estas queratosis actínicas.
Las zonas que se afectan con más frecuencia son las más expuestas al sol: la cara, el cuero cabelludo en pacientes calvos, las orejas, el dorso de las manos y el escote. No es raro encontrarlas en espalda, y en las piernas, particularmente entre las mujeres.
Diagnóstico
Cualquier dermatólogo entrenado puede realizar el diagnóstico clínicamente ya que son fácilmente reconocibles por su aspecto y localización. En ocasiones puede ser preciso realizar una pequeña biopsia, sobre todo ante lesiones hipertróficas o cuando son resistentes a tratamiento, sangran …
Tratamientos
a) Tratamientos quirúrgicos.
- Nitrógeno Líquido (Crioterapia). Consiste en producir una quemadura controlada mediante la congelación de la piel. Su aplicación produce sensación de escozor o dolor ligero-moderado que pasa en unos minutos. Es el tratamiento más empleado para las lesiones aisladas.
- Extirpación quirúrgica y sutura. Generalmente reservada para lesiones sospechosas de haberse transformado en un carcinoma o rebeldes a otros tratamientos. Permite el estudio histológico de la pieza.
- También pueden ser tratadas mediante el curetaje o el afeitado y electrocoagulación. Muy útil en las lesiones hipertróficas en las que la capa queratósica puede impedir el tratamiento correcto en la capa basal.
b) Tratamientos tópicos.
Las principales ventajas frente a los tratamientos anteriores son el excelente resultado estético, así como poder tratar grandes superficies de piel dañada.
c) Tratamietnos combiandos: Terapia Fotodinámica.
Consiste en aplicar una crema que se deja absorber por la piel durante unas tres horas, bajo el principio de que penetrará más en las células alteradas por presentar un mayor metabolismo. Posteriormente esta crema se activa mediante una fuente de luz, destruyendo selectivamente la queratosis. En determinadas localizaciones puede producir mucho dolor. Presenta la ventaja de poder tratar áreas relativamente grandes de piel afecta.
Pronóstico
El pronóstico es en la inmensa mayoría de los casos excelente. Solo en aquellos casos de progresión a carcinoma escamoso pueden dar lugar a complicaciones. Sin embargo, lo normal es que pueden reaparecer después del tratamiento y otras nuevas pueden surgir en zonas cercanas, también dañadas por el sol.
Prevención
Es muy importante que la persona afectada se proteja de la radiación solar.